Al igual que sucede con Ein choral de Schumann, los datos estadísticos dejan bien claro que los grados tonales son los acordes más empleados, representando el 72% del total.
Desde un punto de vista meramente funcional, obtenemos los siguientes datos que son el resultado de sumar a la función de dominante el VII y a la de subdominante el II. A la de tónica, podemos sumarle el VI cuando está precedido del V. La presencia de secuencias da pie a otras interpretaciones, especialmente cuando se sustentan en una serie de acordes de 6ª (I6-VII6-VI6-V6, cc. 10-12), donde hay una pérdida de funcionalidad en favor de un enlace de acordes y una conducción melódica por movimiento paralelo.
Resulta también curiosa la aparición de acordes de II como transformación de acordes de IV por adición de una 3ª inferior (nueva fundamental). Esto sólo supone un cambio de color, y no de función.
Función | Porcentaje |
Tónica Subdominante Dominante |
36 31 30 |
Por último, hay un recuento de progresiones armónicas. De estos datos se puede concluir, que los enlaces I-IV (6) y V-I (8) son los más numerosos. Si interpretamos la progresión IV-II-V como una variante de IV-V, podemos incluir la progresión IV-V (8) a la lista de progresiones preferidas.